Consejos para Calmar y Dormir a un Bebé de Alta Demanda

William Sears es un médico estadounidense, padre de 4 hijos. Acuñó el término «niño en demanda» tras el nacimiento de su cuarta hija, lo que debe haberlo abrumado. Supuestamente era una pequeña que demandaba mucha atención y no parecía nada cómoda, que amamantaba con frecuencia, no deseaba estar sola y esencialmente precisaba mucho más cuidados y elementos que sus otras tres hermanas.

¿Qué le pasaba a la cuarta hija del Dr. Sears? Esencialmente nada. Es que tenía lo que en Psicología lleva por nombre Temperamento Bien difícil. Como este término tiene la posibilidad de tener connotaciones negativas o disruptivas, optó por uno mucho más amable: Niño de Alta Demanda.

Al final, ¿podríamos decir que son pequeños con una patología?

No es así. No solo no son pequeños enfermos, sino son pequeños notificaciones, que se piensan muy capaces, que sienten con sus sentidos mucho más que el resto de la población, que precisan mucho más contacto, atención, disponibilidad y paciencia por la parte de quienes los cubren.

Por consiguiente, no tiene que ver con criticar su accionar y enumerar protestas, sino más bien de describirlos así como son, no pensando en estas especificaciones como algo negativo, sino más bien como algo que nos asiste a entender su forma. , para lograr acompañarlos, brindarles respuestas y seguridad en su crianza y educación.

¿De qué forma son los pequeños en alta demanda?

Los pequeños con mucha demanda son pequeños normales. No tienen un diagnóstico concreto, sencillamente no perciben el planeta de forma diferente, tienen conexiones cerebrales mucho más veloces y precisan acompañamiento físico, mental, sensible y espiritual.

El término se lo debemos al Dr. William Sears, quien experimentó de primera mano de qué manera se veía su cuarta hija en comparación con sus otros hijos mayores. Vi que no tenía ninguna nosología y, no obstante, era una pequeña que se comportaba de una forma muy riguroso y agotadora para los mayores, que siempre y en todo momento precisaba atención, que era intranquiliza, intensa y no en todos los casos parecía feliz.

¿Por qué razón los bebés duermen mejor en brazos de sus progenitores que en la cuna?

Con este accionar, tu hijo te dice que te precisa. La cuna es sencillamente una área acolchada que puede ser realmente cómoda pero que no te transmite nada. Tus brazos, por contra, emiten tranquilidad, seguridad y seguridad. En el momento en que tus brazos se amoldan a su cuerpecito y lo sostienen con solidez y suavidad, tu bebé se siente protegido y relajado, con lo que duerme intensamente.

En verdad, hasta el latido de tu corazón está relajado por el hecho de que te recuerda en el momento en que estabas en el útero. El contacto piel con piel asimismo es muy bueno para los bebés puesto que hace más fuerte el vínculo con la madre y tiene un efecto calmante.

Nutrición y sueño en pequeños de alta demanda

La hora de comer siempre y en todo momento es relajante para los pequeños, pero es diferente para los pequeños de alta intensidad. Al sentirse relajados a lo largo de este tiempo, saben que esto les da calma y no solo superarán la necesidad de comer, sino se van a sentir tocados.

Si bien pensemos que tienen la posibilidad de quedarse dormidos tras un largo día de intensa actividad, no es de este modo. No precisan reposar bastante y tienen la posibilidad de despertarse de manera continua a lo largo de la noche.