Ejercicios de: STRAW.
Tomar líquidos y alimentos pastosos: youghourt, puro. No olvides poner el caldo en el medio y regresar al paladar. Debe tragar, tras sorber, con los labios separados o juntos pero sin contraer los músculos que cubren la boca.
ETAPAS DE RECUPERACIÓN
La deglución es una acción y función automática que implica a los músculos de la respiración y al sistema estomatognático. En torno a 30 músculos y 6 pares de cerebros están comprometidos en la deglución.
Los pequeños tragan entre 600 y 1200 ocasiones cada día y los mayores entre 2400 y 2600 ocasiones cada día. Imagínese lo que significa tener la fuerza de su lengua empujando el arco dental en tantas ocasiones cada día.
¿Cuál es la situación adecuada de la lengua?
La lengua es un órgano muscular fundamental. Está relacionado con la respiración, la digestión, el lenguaje,… No obstante, asimismo puede ser un enemigo de nuestra sonrisa, en concreto pues hace inconvenientes como la erupción de los dientes.
Esto pasa en el momento en que la lengua no descansa con la punta pegada al carpo y, por contra, queda pegada a los dientes en la parte de abajo de la boca.
EJERCICIOS PARA ACEPTAR UN TRATAMIENTO ATÍPICO
Para estos ejercicios la primera cosa que debemos tener claro es la situación ideal de la lengua al tragar.
La punta de la lengua debe ponerse tras los incisivos centrales superiores, sin tocar los dientes, sobre la papila interincisiva palatina, que es una pequeña protuberancia que está tras los incisivos superiores, en la línea media, unos 5 milímetros cualquiera por detrás el diente. Lo vamos a llamar la corrección o la situación ideal. A los pequeños les tenemos la posibilidad de ofrecer otro nombre, como montaña o bulto. Como desees.
¿Qué es la deglución atípica?
Asimismo famosa como deglución atípica o infantil, es la deglución anormal que sucede tanto en pequeños como en mayores.
Como su nombre señala, se llama deglución infantil pues es la persistencia de la deglución en el tiempo que hacemos antes que nos salgan los dientes de leche. Si observamos a un niño que traga o come, observaremos como su lengua vence para sacar la comida y empujarla hacia la orofaringe o el desenlace de la boca para alentar el reflejo de la deglución.