Consejos para Superar la Falta de Cariño en la Infancia: Una Guía para Padres
Tenemos la posibilidad de determinar un déficit afectivo como una situación donde la persona que lo sufre sufrió una esencial falta de aprecio (exhibe aprecio o atención, precaución), lo que puede ocasionar inconvenientes de trastorno significativos.
Si extrapolamos esta definición a la trama infantil, se puede dudar de la dificultad de la historia. Imaginemos, por poner un ejemplo, un niño que puede padecer falta de aprecio materno desde la mucho más tierna niñez, el número de probables trastornos: sentimientos de abandono, temor, inseguridades, depresión,… que tienen la posibilidad de comportar su reiteración y persistencia, incrementando transcurrido un tiempo. pasa y dando rincón a cuadros psicosomáticos considerablemente más graves o intensos.
El cariño como motor
A lo largo de la niñez se interiorizan valores, aprendizajes y hábitos y asimismo es requisito bastante amor para un preciso avance sensible.
En el momento en que nacemos somos seres indefensos que requerimos protección, cariño y amor para sentirnos seguros y para estudiar y también interiorizar esos valores y enseñanzas de las que charlábamos. En caso de que falte ese amor, las secuelas en los mayores van a ser visibles, tanto con uno mismo como en las relaciones con el resto, por el hecho de que no tenemos la posibilidad de ofrecer lo que no recibimos.
Falta de autovaloración
La carencia de aprecio en la niñez es la causa de la relación mucho más bien difícil que tienen más adelante consigo mismos. En ocasiones, tienen la posibilidad de sentir que son su peor enemigo y el mayor crítico de su personalidad.
Estos inconvenientes de autovaloración tienen la posibilidad de lograr que la vida sea una guerra incesante entre lo que sienten y lo que desean sentir. Lo que ocurre es que los pequeños se juzgan a sí mismos con mucho más dureza que a el resto y se someten a un estándar mucho más prominente.
Inconvenientes relacionados con los sentimientos y su expresión
Basado en lo previo, observamos que en ocasiones el cariño deficiente en la niñez no es el comienzo de una cadena de inconvenientes en las generaciones futuras.
Un individuo que no recibió cariño de sus progenitores puede reiterar exactamente el mismo patrón con sus hijos. O sea, si no amamos en la niñez, se corre el peligro de reiterar lo que sabíamos, sin conseguirlo.
Aislamiento y enfrentamiento
Otra señal de falta de aprecio en los pequeños está en las relaciones que establecen con el resto. Si tienden a estar dominados por el enfrentamiento o no hay en lo más mínimo, precisamente hay un inconveniente.
Es común que un niño con inconvenientes sentimentales muestre escasas capacidades sociales. Lo que lo transporta a aislar o de manera directa a entablar relaciones problemáticas por su desconocimiento para entablar otro género de activas.
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