Ciertas relaciones tienen la posibilidad de ser agotadoras. Primero, es embriagador estar con tu pareja. No obstante, conforme pasa el tiempo, puede sentirse tal y como si estuviese perdido. Por el momento no tienes pasatiempos que gozas o por el momento no tienes tiempo para ti.
Quizás no sientas que solo te quedas con tu pareja por tus hijos. En toda relación, has de ser con la capacidad de continuar siendo «tú». La pérdida en sí puede conducir a inconvenientes en la relación, aun al divorcio.
En el momento en que los hijos se marchan de casa
Entre los puntos mucho más esenciales del divorcio es la salida de los hijos de casa. “La causa de la mayor parte de matrimonios que se apartan a los 20 años o mucho más es que han aguardado a que los hijos fuesen mayores”, enseña Margarita Montes, sicóloga del Centro Psicológico Álava Reyes de La capital española.
En estas situaciones, en el momento en que los pequeños son mayores, Montes enseña que tienen la posibilidad de haber vivido 2 cosas. La primera es que, en el momento en que los hijos se fueron de casa, la pareja se percató de que la relación no funcionaba, que la pareja caía sola, sin el precaución y educación de los hijos, por su peso. Y la segunda es que la pareja ha aguardado a separarse en el momento en que los pequeños sean mayores por el hecho de que preferían que sus hijos, mientras que eran pequeños, viviesen con su padre y su madre juntos en el hogar.
No obstante, o sea un fallo, afirma Montes: “La pareja que vive bajo exactamente el mismo techo con los hijos, si desean separarse, no sirve de nada. Por el hecho de que no son 2 personas que transmitan amor y seguridad. La tensión de fondo en la pareja perjudica bastante a los hijos.”
Medrar como un ejemplo
Varios hombres medran en hogares donde la infidelidad de su padre es común, y suponen que mentir es algo habitual. accionar para los hombres.
Generalmente, este hombre tiene poco respeto por las mujeres y su accionar no se restringe a ser infiel. Asimismo son maltratadores, desconsiderados en las relaciones y como es natural estupefacientes.
Hay Hay menos estigma para la persona divorciada
El divorcio es más frecuente y recibido que hace 30 o 40 años, quienes continuaron en matrimonio por opiniones religiosas o por miedo a ser rechazados por la sociedad, son libres de dejar el matrimonio. Tratándose de divorciarse, la sociedad y los líderes religiosos se han vuelto mucho más tolerantes, lo que provoca que el divorcio sea una resolución ética mucho más simple para muchos. (tixagb_ 7)
Ciertas parejas se quedan juntas por los pequeños. En el momento en que esos pequeños se hacen mayores y dejan la vivienda, no hay razón para mantenerse en el matrimonio. En el momento en que la paternidad por el momento no es una prioridad, las parejas tienen la posibilidad de sentirse mucho más libres para divorciarse y hallar la alegría por su cuenta o con una exclusiva pareja.