La temperatura perfecto para un niño debe rondar los 36 y 37 grados (no llegan a los 38ºC hasta las 4 semanas). Los gatos recién nacidos no tienen mecanismos para regular su temperatura, como los escalofríos, no tienen reservas de glucógeno en el hígado que les sirvan para producir energía, como una caldera interna, y, además de esto, su relación área/peso del cuerpo es altísima . , lo que estimula una rápida pérdida de calor. Por este motivo, es primordial supervisar la temperatura del ámbito: para los gatos sin madre debemos tener una temperatura ámbito de 32°C a lo largo de ámbas primeras semanas, y de 22°C para las próximas. un par de semanas.
En el momento en que los gatos recién nacidos tienen una temperatura corporal inferior a 35°C, pierden el reflejo nauseoso (y en consecuencia no se nutren), tienen hipotermia, respiración deprimida, sistema inmunológico desgastado, pulso cardiaco achicado y parada del movimiento intestinal. Por consiguiente, nuestra labor primordial no es dar de comer a los gatos, sino más bien subirles la temperatura para eludir la hipotermia. Además de esto, si les obligamos tenemos la posibilidad de empeorar las cosas pues existe el peligro de que terminen depositando la leche en sus pulmones (neumonía aspirativa) si el gato traga la comida por disfunción de la motilidad intestinal.
La cuna del bebé y el gato
Hay un falso mito que afirma que los gatos les chupan el aire a los bebés, y que no tienen la posibilidad de reposar juntos a fin de que no mueran. Eso no es verdad, pero existen muchas sugerencias que aseguran que los gatos y los bebés no tienen que reposar juntos a lo largo de los primeros meses. Esto se origina por que el gato tiende a buscar calor, y puede arrimarse a la cabeza del bebé (que no posee bastante movilidad para buscar aire si se tapa la nariz).
Para eludir estas ocasiones, una alternativa es poner una red sobre la jaula.
Asimismo puedes cerrar la puerta de la habitación en el momento en que el bebé duerma adentro (idealmente con una puerta transparente a fin de que el gato logre verte y escucharte desde afuera).
Consejos para sostener las condiciones higiénicas primordiales en una vivienda con perros, gatos y pequeños
Y en este momento, pues la vida de la familia multiespecies nos deja prácticamente sin tiempo, les dejo unos consejos para sostener las condiciones higiénicas en una vivienda con perros, gatos y pequeños:
- Invierte en un robot aspirador. Hay particulares para perros de compañía.
- Relata que el tapizado de tu sofá es dog friendly (esto va a hacer considerablemente más simple la convivencia). Con esto quiero decir que lonas que recogen toda la mugre y/o el pelo, o que no merece la pena contemplar con fundas o colchas que puedes lavar frecuentemente.
- Los colores claros y cobrizos en la decoración de la vivienda camuflarán el pelo.
- En el momento de vestirte, escoge tejidos que sean simples de adecentar o que no se peguen al pelo. Impide emplear ropa obscura y escoge lonas deportivas donde el pelo no se pegue.
- Si tu perro se sube a la cama, sacude las sábanas todos los días.
- Cepilla a tu perro frecuentemente para remover el pelo fallecido.
- El secador contribuye a dejar caer el pelo de la ropa. Esta fue mi mejor inversión.
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