Las crisis de lactancia o estirones de desarrollo son etapas a lo largo de la lactancia donde el bebé demanda mucho más del pecho para acrecentar la producción de leche y por consiguiente ajustarla según sus pretensiones de desarrollo. Si bien entendemos que las crisis de lactancia tienen la posibilidad de darse a ciertas edades, estas edades son siempre y en todo momento orientativas.
Es primordial saber bien las crisis de lactancia para lograr reconocerlas y comprender que son normales y como accionar.
¿Por qué ocurre eso?
Por múltiples causas. Lo primero es que la pechuga es solo comida (pero eso ahora lo sabéis a esta altura de la película). El baúl es un espacio donde el niño se siente seguro. Sabe que si solicita un pecho, va a ser con su madre. En contacto, seguro.
Fotografías de recién nacido y crisis de lactancia: ¿cuál es la manera más óptima de afrontarlas?
Una crisis de lactancia no es razón para no llevar a cabo una sesión de fotografías con tu bebé a lo largo de sus primeros días de vida (lo que lleva por nombre fotografía de recién nacido o newborn), si deseas. Sin embargo, es conveniente predecir qué va a ocurrir si el día pensado para la sesión de fotografías coincide con el primer pico de desarrollo, hacia las tres semanas, o con la segunda crisis, en torno por mes y medio.
Prepárate para ofrecerle una dosis plus de pecho a demanda, para nutrición anárquica y para reposos permanentes. Si bien, si lo piensas bien, asimismo puedes explotar estos instantes de alta demanda mamaria para reclamar algo de visibilidad en las imágenes y hacerte unas lindas fotografías amamantando a tu bebé.
¿De qué manera se va a dormir el bebé sin el pecho?
Precisamente me hago una pregunta de qué forma llegar a ese pecho durante la noche.
Mira a tu bebé: si notas que duerme mucho más a lo largo de la noche y no demanda (o se lúcida pero no busca el pecho), no se lo ofrezcas de forma automática: quédatelo y acéptalo a fin de que logre. regresar a dormirse en paz. Así, asociará la comida con la hora del día y la noche con el reposo.
Pero si te solicita que chupes, dáselo: chupetear no solo satisface su apetito sino le asiste para relajarse y sientes lo cerca que andas. La teta nocturna es la más esencial, y de ahí que es la última en quitarse. En un caso así, el «objeto de transición» se transforma en un enorme aliado; El traslado va a ir acompañado de esa mantita o ese peluche y peluche que escoge el pequeño y que la madre le da en vez del pecho. En todo caso, acortar gradualmente la duración de las tomas nocturnas.
¿Siempre y en todo momento se da el pecho a demanda?
No en todos los casos. Generalmente, habría de ser de esta manera. La salvedad se da en ciertos casos en que ha de ser la madre quien ofrezca el pecho al niño. En otras expresiones, ha de ser la madre quien constituya un reclamo «mínimo».
Estas ocasiones son en el momento en que el niño no incrementa de peso, en el momento en que es prematuro o en el momento en que está enfermo; En estas situaciones, es primordial que la madre lleve a cabo el pedido y, si el niño no puede amamantar, ofrecerle leche suplementaria.