Cómo Manejar el Mal Comportamiento de mi Hijo Adolescente: Insultos y Golpes

Jamás hay que aceptar la ofensa. A lo largo de la adolescencia es preferible no buscar la confrontación, pero eso no quiere decir que debamos ignorar visto que mi joven me falta el respeto.
Lo más esencial es no perder la tranquilidad, no chillar, no enfadarse y no amenazar. Lo más esencial es perder el control, y para esto es preferible salir de la habitación. Y en el momento en que haya pasado un tiempo, al día después, empezaremos a utilizar las secuelas.
5 claves de actuación si mi hijo insulta o pega
- Más que nada va a ser esencial comprender el fundamento por el accionar del niño Hay algo que te ha molestado o que hay algo que no te hace sentir bien. No va a ser lo mismo portarse mal por el hecho de que está agotado y con sueño, o pues tiene apetito o por el hecho de que algo le ha disgustado. Entonces, antes de nada, le vamos a preguntar por qué razón lo logró. Va a ser pertinente realizar el interrogante con tranquilidad, sin carga sensible, un enorme interés por comprender el fundamento. Debemos recordar asimismo que el respeto en esta clase de ocasiones repercutirá de forma directa en la construcción de la autovaloración del niño.
- Realizar elecciones a los insultos. En el momento en que conocemos el fundamento, aparte de ver que nos resultan de interés sus sentimientos y conmuevas, tenemos la posibilidad de darle elecciones. Dile que si bien reaccionó mal, puesto que pegar o insultar indudablemente está mal, tenía otras alternativas de acción. Imaginemos un niño que golpea a su hermano. Le preguntaremos por qué razón lo logró y afirmará que fue pues le fastidiaba. Le recordaremos que puede utilizar el lenguaje, explicarle, por el hecho de que con la crueldad pierde la razón, si bien antes la tenía. Solo voy a perderlo así.
- Sé un caso de muestra. Cosa escencial y común en todo cuanto supone la educación. Va a ser fundamental ser un excelente ejemplo, por el hecho de que por más que le solicitemos que realice cosas, si el menor siente que no las hacemos, difícilmente las va a hacer él mismo. Debemos meditar que los pequeños siempre y en todo momento observan nuestro accionar y lo copiamos.
- Modera la reacción.
Cada acción que tomemos deberá ser moderada. Cuanto mayor sea nuestra reacción en el sentido sensible, mucho más poder le vamos a dar a la actividad del niño. Frecuentemente es requisito prestar atención a estos insultos, con lo que si les ofrecemos una contestación importante, lo que verdaderamente vamos a estar haciendo más fuerte es la conducta. Vamos a procurar solucionar los enfrentamientos con tranquilidad, con solidez, sí, pero con tranquilidad. Incidiremos mucho más en él y, indudablemente, disfrutaremos considerablemente más criando a nuestros hijos. - No obstante, no emplees el castigo si estableces límites y secuelas para tus acciones. El castigo no marcha, quizás en un corto plazo si no cambia el accionar, y solo vamos a producir un mal tiempo, lo que va a hacer que sea mucho más bien difícil mudar el accionar. Y si no te cuestiones por qué razón los pequeños mucho más castigados no son los más destacados, si el castigo funcionara, cuanto mucho más castigo, mejor sería el accionar. Evidentemente, es recomendable poner límites a sus acciones y detallar secuelas. Te sugiero que leas este otro producto donde hablo de esto. Sanciones y secuelas.
PASO 3: Cumple tu palabra
El joven ha aprendido a traspasar los límites y está habituado a no realizar las amenazas de sus progenitores ahora someterse a su crueldad.
Es requisito obedecer lo que se les afirma a fin de que comiencen a admitir la autoridad de sus progenitores.
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Nada de lo que Jenn y Jason aprendieron en el curso para progenitores los preparó para los retos que combaten al criar a un niño que es predispuesto a raptos violentos.
Proseguir un estilo de crianza consistente
En el momento en que los dos progenitores no están en concordancia sobre las reglas y los castigos, los pequeños tienen la posibilidad de explotar esa brecha para actuar de forma desafiante. Por este motivo, es esencial apostar por un estilo de educación congruente en el hogar para lograr trasmitir una instrucción única a los pequeños. Para conseguirlo, es esencial que charles con tu pareja sobre la educación de tus hijos y que hagas cumplir exactamente las mismas reglas con solidez y cariño.
Es primordial desarrollar la empatía a fin de que los pequeños comprendan de qué manera te sientes en el momento en que te faltan el respeto y te agravian. Por consiguiente, no te limites a castigar a tus hijos solo por su mal accionar, asimismo pídeles que mediten sobre lo que hicieron y las secuelas de su accionar. Solo van a poder entender las secuelas de sus actos si aprenden a ponerse en el sitio del resto.
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