mi hijo no quiere hacer los deberes

A todos y cada uno de los pequeños y pequeñas les agrada ser elogiados y enseñar sus capacidades. Pero a absolutamente nadie le agrada llevar a cabo la labor. Se niegan a realizar eso, probablemente halla tres causas básicas:

  • Pereza, están cansados ​​tras un día en la escuela y tienen el horario lleno, lo último que desean es llevar a cabo la labor.
  • No les incentiva, no les atrae. En el momento en que algo no nos atrae, escogemos postergar esa actividad y realizar otra que nos interese o nos agrade.
  • Es bastante bien difícil para ellos. Lo que nos cuesta lo acostumbramos a dejar para mucho más adelante, nos cuesta ponernos manos a la obra que nos resultan mucho más complejas.

Precaución con las protestas de la labor

Quejarse con su hijo no es una manera correcta de estar comunicado con usted. Concluya la protesta diciéndole que use su voz habitual. En caso contrario, sencillamente niégate a contestar en el momento en que se queje, entonces elógialo por charlar como un individuo responsable.

Prémialo en el momento en que realice su trabajo o explícale amablemente por qué razón debe llevar a cabo las cosas sin quejarse y si se protesta, no lo escuches hasta el momento en que hable mejor.

Puntos esenciales a estimar:

  • Establece un tiempo al día para el estudio y la labor para cerciorarte de que tienes momento de libertad para llevar a cabo otro género de ocupaciones que son recomendables para ti .
  • Ayúdalo y anímalo a ser responsable de ordenar sus tareas y dar su trabajo.
  • Ofréceles otras alternativas de estudio: en Internet existen muchos vídeos sobre temas institucionales que les asistirán a estudiar y tienen la posibilidad de hacer activas entretenidas como concursos de cuestiones y cantos o rimas.
  • Ayúdalos a ofrecer ejemplos reales a fin de que entiendan mejor el temario y sepan lo útil que es en el día a día.
  • Realizar comprender al niño que los progenitores como el instructor se comprometen en sus estudios y animarle y apoyarle en este desarrollo.
  • Facilitarles un espacio conveniente para estudiar: sin dispesiones, con la luz y el material precisos, etcétera.
  • Marcar objetivos que se amolden a la verdad y opciones de cada niño. Las esperanzas bastante altas conducen a la frustración y al desánimo.
  • Fijar objetivos en un corto plazo: es esencial tomar en consideración el próximo examen y no las notas en el final del cuatrimestre.

Para los pequeños con adversidades concretas de estudio, es esencial tomar reposos periódicos cortos para sostener los elementos máximos por mucho más tiempo.

¿Qué fallos cometemos de forma frecuente?

Realizar los deberes en cualquier sitio:

Que tu hijo realice los deberes en su dormitorio, salón, cocina o algún otro espacio de la vivienda mientras que otra gente ven la tele es un error grave, en tanto que, no existen muchos elementos de distracción que no contribuyen a su concentración. En su sitio, hay que entablar un espacio fijo a fin de que el niño realice sus deberes, a fin de que logre comprender que el instante de los “deberes” es esencial y debe hacerlos en su rincón de estudio, ha de ser un espacio relajado, sin elementos. dispesiones Los pequeños precisan comprender que los mayores se toman seriamente su trabajo. No tienen la posibilidad de estar realizando tareas mientras que otros leen periódicos, miran televisión o charlan; en caso contrario, tampoco te van a tomar seriamente.

No posee la práctica de estudiar

Hay pequeños que no aprendieron a trabajar solos y que siempre y en todo momento precisan la asistencia de los mayores, o que no tienen una rutina mientras que estudian (por poner un ejemplo: no comenzar a una hora cierta, no usar un espacio de estudio conveniente, no redactar deberes en la agenda, etcétera.).

  • Fatiga o agotamiento