Cómo ayudar a mi hijo que no señala y no es autista: Consejos y estrategias para padres
Últimamente vino a mi oficina una madre con su bebé de 2 meses, asustadísima y preocupada por el hecho de que su hijo no la proseguía con la mirada.
No fue el primero, ni va a ser el último. En verdad, es un fundamento de solicitud muy frecuente. En el momento en que son pequeñísimos, de 2 a 3 meses, las mamás tienen el interrogante: ¿Mi bebé va a ver? Debo decir que la ceguera innata en los pequeños es inusual. Pero no solo a las mamás les preocupa la visión en los primeros meses, sino más bien asimismo a las abuelas. En el momento en que tuve a mi primer hijo, mi madre se obsesionó a lo largo de unos días y me «volvía» en todo momento con: «Hija, ¿piensas que el bebé puede ver?» En este momento tiene la visión de un lince y ocasionalmente, de broma, se lo recuerdo y nos reímos juntos.
El autismo es de extenso fantasma
Es esencial apuntar que el autismo es de extenso fantasma y actúa de manera absolutamente diferente en cada individuo. Los progenitores tienden a centrarse en los jalones. No obstante, posiblemente su hijo esté consiguiendo todos y cada uno de los jalones del avance, como gatear, pero no los menos obvios, como los movimientos anatómicos.
La verdad de los jalones del avance es que ciertos pequeños autistas tienen la posibilidad de lograr sus jalones a tiempo, pero entonces pierden lote; otros tienen la posibilidad de lograr ciertos jalones temprano y otros tarde o jamás.
Indicadores que tienen la posibilidad de señalar un inconveniente potencial
Hay una sucesión de «indicadores de alarma» en la primera niñez que hay que tener en consideración.
- El niño no mira. Ha perdido su fachada y la sonrisa popular no es aparente.
- No muestra los prerrequisitos del lenguaje: protodeclarativos (apunta como algo) y protoimperativos (apunta soliciar algo). O sea lo que frecuenta pasar entre los 6 y los 9 meses y como es natural no imitan movimientos ni movimientos tampoco.
- Con frecuencia no se dan cuenta de los ruidos fuertes que asustarían a la mayor parte de los pequeños, como un portazo o chillidos. Por esta razón, en ocasiones se les puede confundir con pequeños suecos. No obstante, la clave se encuentra en la distorsión de la percepción, ya que tienen la posibilidad de enseñar prioridad por una cierta clase de sonidos, por poner un ejemplo el estruendos de las hojas de los árboles en el momento en que hay bastante viento o el estruendos del papel de obsequio en el momento en que sopla. es. desplegado.
- El avance popular del juego y la interacción tiende a ser muy con limite. Esos juegos donde el niño tiene mucho más interacción con los progenitores no semejan interesarle. Al tiempo, no comparte intereses ni deseos ni participa en juegos con otros pequeños.
- En etapas siguientes se bloquean y no se aprenden esos jalones o capacidades que se han conseguido.
- en el momento en que alguien le sonríe o en el momento en que dicen su nombre
- no apunta las cosas con el dedo para enseñar que está entusiasmado
- mira a la gente a los ojos
- se resiste a los abrazos
- elige jugar solo y no semeja entusiasmado en mayores u otros pequeños
) no
(tixag_ag_4) (tixag_ag_4) posiblemente no hable antes de los 2 años
Repita las acciones precedentes si su hijo no hace un punto
Como afirmamos, debemos reiterar estas pequeñas acciones a fin de que d o niño para integrarlos; hágalos toda vez que vea a su hijo intentando de apuntar o en el momento en que se acerque y tome su mano para enseñarle algo. Por consiguiente, es una manera de que adquieran y también interioricen la conducta de indicar.
Al reiterar estas acciones, procura acrecentar la «contrariedad» de la acción; Para realizar esto, aumente gradualmente la distancia desde la que apunta. Primero, toque el objeto y aléjese gradualmente de él, sin dejar de indicar con el dedo. Él ve todo lo mencionado hecho por el hecho de que entiende el desarrollo y también integra el acto de indicar.
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