No Critiques a los Hijos de Otros

En la relación de pareja acostumbran a suceder formas de proceder inadecuadas, que tienen la posibilidad de dañar la relación de pareja e inclusive a la familia en su grupo, logrando dañar futuros tratos, donde desee que vaya la pareja. En un caso así, pongamos por servirnos de un ejemplo que alguien te afirma que tu nuevo amigo tiene la práctica de hurtar elementos de valor de las viviendas a las que va. ¿Volverías a conocer a tu amigo del mismo modo?, ¿Dejarías elementos de valor, dinero o joyas sueltas en tu habitación si viniese de visita? seguramente no, y lo mismo debe pasar con tu pareja. En un caso así, es requisito preguntar:

¿Qué haces en el momento en que charlas mal de tu pareja con tus progenitores y hermanos?

Sé fuerte en frente de las críticas de la multitud

Si escuchas críticas frecuentemente, andas bajo riesgo de tu confort y equilibrio sensible. Al revés, es preferible que dediques tu tiempo a mejorarte a ti y a tu ambiente.

No te corresponde expresarte ni expresarte, sino más bien inquietarte por corregir tus fallos hasta lograr el nivel mucho más prominente de confort sensible que hay. Si nos superamos en el orden personal vamos a ganar en sinceridad, respeto, humildad, generosidad y honestidad.

Absolutamente nadie es especial

Absolutamente nadie es especial en este planeta.

Absolutamente nadie sabe de qué manera ser padre, ciertos tienen la posibilidad de ser mejores que otros, pero absolutamente nadie es especial. Lo más esencial es llevar a cabo lo más bien que se pueda, pensando siempre y en todo momento en el bien de los hijos y del núcleo familiar, estén los progenitores juntos o separados. Un padre puede cometer fallos con sus hijos ocasionalmente, pero es esencial estudiar de esos fallos para intentar llevarlo a cabo mejor más adelante.

Ser padre o madre es ofrecer lo destacado de ti pese a la tormenta, pese a las adversidades… Pelea por tus hijos y haz de ellos tu prioridad siempre y en todo momento, si bien recuerda ti. Si andas viviendo con alguien que no te respeta o te lastima, la resolución mucho más sabia es dejarlo fuera de tu vida, por el hecho de que vas a poder vivir relajado pese a lo que has vivido… de tu vida. No merece la pena derrochar energías maldiciendo a alguien mucho más y menos enfrente de tus hijos. Asimismo tienen que vivir con tranquilidad sin envenenar sus pensamientos.