Ahora pasamos los 2 primeros días de adaptación en la guardería. El bebé ahora tiene 6 meses y estuvo realmente bien para iniciar en navidad por el hecho de que había escasos bebés y pequeños.
ahora les cuento como fué estos días, ahora les conté como se encontraba en la guardería…
¿piensas que tu hijo no se está amoldando a la guardería y te preocupas?
Bueno, no hay razón para preocuparse, es el llamado periodo de adaptación.
El periodo de tiempo de adaptación del niño a la guardería es el tiempo que avanza desde el momento en que el niño entra en la escuela hasta el momento en que se integra completamente. Este desarrollo es vital y debe quedar claro en concepto de una aceptable intervención, entre los docentes y las familias.
No demore los saludos
Es esencial llevar a su hijo a la guardería todos y cada uno de los días, no evite los saludos bastante largos. Considere que la restauración incrementa la ansiedad por separación puesto que su hijo aún es bastante pequeño para entender lo que pasa alén de su historia instantánea. Por ende, en su cabeza no lo andas llevando a la guardería por un tiempo sino lo andas abandonando. Naturalmente, esto te crea mucha ansiedad, que puede acentuarse si la salvación se alarga bastante. Lo idóneo es que sea una despedida sosegada, donde le prometas regresar, ofrecerle un beso y dejarlo con la persona que lo va a cuidar.
Mi consejo para ti para el último minuto en la puerta de su salón:
– Dale un abrazo y un beso solo en el suelo si ahora está permanente en el suelo, gatea o caminar. – Dile que en un rato vas a venir a procurarlo – Deseémosle un enorme instante. – Si llora… dile que comprendes que está inquieto y que tiene la posibilidad de tener temor pero que sabes que es buen sitio para él. – Dile que lo deseas bastante. Todo lo mencionado trata de llevar a cabo con positividad. Evidentemente, si no le crees, no se lo afirmes. Lo apreciarás y brotará la sospecha y la desconfianza. Y lo más esencial: ¡¡¡HAGAN LO SALUDABLE MUY CORTO!!! Extenderlos no asiste para su hijo ni a usted.
Me costó bastante dejar a mi hijo y me volví a sentir mala madre. Deseaba regresar a recogerla y llevarla a la farmacia conmigo pero sabía que no podía. Entonces hice lo que hice con mi hijo: le dije que la deseaba bastante, que iba a estar bien, le dije que debía proceder a trabajar y que había encontrado el más destacable sitio para ella.
seguro. y que vendría en un rato. Se lo di al educador y me fui. Sí, me sentí mal… Me costó bastante dejarlo allí. Pero entender que es la resolución adecuada te asiste para sentirte un tanto mejor… Hallé la clave que verdaderamente me asistió a sentirme bien con mi resolución de mandar a mi hija a la guardería. Todos y cada uno de los días a las 2:30 iba y lo amamantaba allí mismo. Me dejaron utilizar un sofá en el cuarto de la cuna, lo tomé y se lo di. El ámbito en esa habitación con los pequeños dormidos era precioso. Iban despertando y los docentes los atendieron con tanto cariño que supe que había hecho lo preciso y que mi hija se encontraba bien. El segundo año de mi hija fue a la clase media, donde mi hijo se encontraba el año previo. Entonces, todos conocíamos a los docentes, ella venía a esa clase todos y cada uno de los días del año previo y más que nada tenía la referencia de ver feliz a su hermano allí. Ese año no hubo lágrimas ni mal tiempo en el comienzo del curso. Este es el tercer año. El primero de los días fue simple por la noticia del nuevo espacio y los nuevos juguetes y por el rencuentro con sus amigos del año pasado. Una vez que pasaron esos primeros días de principiantes, mi hija pasó una semana diciéndome: «No deseo proceder a la guardería, mamá». Yo respondo: «Bueno, te debes ir, yo me debo proceder a trabajar». Y me afirma: «¡Pero yo no deseo! yo con tato» (mi hijo va a iniciar la escuela en una semana y desea proseguir las vacaciones con su hermano). En el momento en que llegamos, llora y me engancha la pierna a fin de que no me vaya. Todavía me cuesta dejar a mi hija llorando en la guardería si bien sé que va a estar bien, la cuidan bastante, aprende, se divierte y es la opción mejor, es preferible Pero dejar a tu hijo llorando, ofrecer la vuelta y marcharte, es bien difícil. Cuesta bastante.