Un médico probablemente recomendaría a una mujer preñada que no tenga relaciones íntimas. Y sucede que, a veces en las que se han producido adversidades a lo largo del embarazo, las relaciones íntimas tienen la posibilidad de sospechar un peligro para la salud tanto de la madre como del bebé.
- Sangrado vaginal: en las primeras etapas, el sangrado vaginal suave puede ser habitual, puesto que puede atribuirse a la implantación del óvulo fertilizado; este sangrado se llama sangrado de implantación. En caso contrario, no se aconseja tener relaciones íntimas a lo largo del embarazo en el caso de sangrado vaginal, en tanto que la penetración puede acrecentar la proporción de sangre o empeorar este síntoma. Es conveniente conocer a un médico para saber la causa del sangrado.
- El cuello uterino incompetente: en el momento en que el cuello uterino empieza a dilatarse muy temprano en el embarazo, es mucho más posible que el médico supervisor evite que la mujer preñada tenga relaciones íntimas, en tanto que puede acrecentar la oportunidad de aborto espontáneo o muerte fetal.
- Parto prematuro previo o diagnosticado: Si tuvo un parto prematuro o tiene síntomas a lo largo del embarazo, se aconseja eludir las relaciones íntimas. Esto hay que primordialmente a que cualquier actividad que produzca contracciones uterinas puede acrecentar el peligro de parto prematuro, en especial si hay antecedentes. En la situacion del sexo, tanto los clímax, como la estimulación de los pezones o la proporción de prostaglandina que es el esperma humano, causan contracciones uterinas.
- Placenta anterior: En el momento en que la placenta medra mucho más abajo en el útero y cubre una gran parte del cuello uterino, las relaciones íntimas tienen la posibilidad de ser un riesgo para la salud del niño y de la madre, en tanto que puede traspasar sangre. distintas peligros.
- Infección urinaria: En la situacion de tener una infección urinaria a lo largo del embarazo y/o bajo régimen médico, es de máxima importancia eludir las prácticas sexuales, puesto que se está expuesto a distintas fluidos —lubrificantes, semen, entre otros muchos— tienen la posibilidad de empeorar esta condición y complicar la salud de la madre.
Placenta anterior baja
Placenta anterior baja tiene relación a aquellas placentas que están cerca de la abertura del cuello uterino, pero no llegan al cuello uterino, aproximadamente hasta unos 2 cm. No obstante, es común que este género de placentas no lleguen en el final del parto, puesto que tienden a desplazarse hacia arriba debido al avance del útero.
Charlamos de placenta anterior marginal en el momento en que no llega adelante del cuello uterino, pero no cubre ni abre la abertura del cuello uterino.