¿Cuál es la Temperatura Ideal del Agua para Bañar a un Bebé?
Es primordial que el agua de la bañera no esté ni bastante fría ni bastante ardiente a fin de que la hora del baño sea satisfactorio y relajante para el niño.
La hora del baño es primordial para los pequeños pues no solo ayuda a su higiene y precaución, sino más bien asimismo a relajarlos, preparándolos para reposar. Por este motivo, es esencial que sea un instante satisfactorio y entretenido.
Consejos para una temperatura segura
Estos son ciertos avisos sencillos para eludir quemaduras en el baño:
- Compruebe la temperatura del baño con un termómetro. Asimismo puedes revisar la temperatura metiendo la mano. Si la piel se pone roja, el agua está bastante ardiente para su bebé.
- Cerciórate de que el agua que sale de tus grifos esté como máximo a 50°C. Esta es una temperatura de bajo peligro de quemaduras. Precisará un plomero para disponer una válvula termostática o un mezclador en la línea de suministro de agua ardiente de su calentador de agua o baño.
- Considere utilizar grifos a prueba de pequeños o protectores de grifos en la bañera.
- Abre primero el agua fría y después la ardiente para hallar la temperatura correcta para el baño.
En el momento en que cierre el agua, cierre primero el agua ardiente para eludir que el grifo esté ardiente.
Temperatura de confort para recién nacidos y pequeños de pocos meses
Así como enseña la Asociación De españa de Pediatría en su Guía Práctica para Progenitores, a los recién nacidos les cuesta regular la temperatura corporal . De ahí que, así sea verano o invierno, es conveniente sostenerlos abrigados, con ropa de manga extendida, calcetines y gorro en la cabeza.
Esta incapacidad para regular la temperatura corporal del recién nacido seguirá a lo largo de los primeros meses de vida del niño, con lo que es esencial que los progenitores estén alerta y eviten tanto la pérdida de calor como el sobrecalentamiento del niño.
¿Qué temperatura es preferible para tu bebé?
La termorregulación es una función fisiológica que asiste para sostener la estabilidad entre la producción y la pérdida de calor, asegurando una temperatura corporal correcta. Este sistema está inmaduro en los pequeños, con lo que son mucho más sensibles a los cambios y debemos supervisar la temperatura de la habitación donde está y la temperatura del agua del baño. ¡Presta atención a las escalas correctas en todos y cada caso!
Si el niño está sano, la temperatura corporal ha de ser exactamente la misma que la de un adulto, esto es, entre 35,8 y 37,3 °C. Unas décimas sobre esta temperatura se considera fiebre y si sobrepasa los 38 ºC tienes fiebre. No obstante, como comentamos, la función de termorregulación del niño no está completamente creada y necesita que estemos alerta a abrigarlo o sacarle la ropa dependiendo de la temperatura ámbito. En este sentido, es esencial seleccionar prendas confeccionadas con tejidos naturales como el algodón que dejen que la piel respire.
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